Victoria y Abdul


Cinco buenas razones para ver la película “Victoria y Abdul”

1 Judi Dench desempeña el papel de la soberana británica con sus cualidades de actriz estremecedora que ya se han podido apreciar en muchísimas películas y series.
Con sólo una mirada comunica la fuerza y la soledad de una mujer al mando de un imperio, madre y columna de una larga familia, testigo de una larga y compleja temporada de la historia.
Total, nos lleva al fascino de su época y así pasamos casi dos horas compartiendo la vida de la reina Victoria, olvidando que estamos en un cine.

2 Hay toques de amargura y de humor, sin vulgaridades.
La sencillez del joven indio y el carácter fuerte de la soberana, qué ya está más allá con los años, aportan sonrisas y aire de despreocupación a los simples diálogos y al desarrollo del nudo elemental.
Se dejan por un lado los horrores cometidos por el colonialismo británico, prefiriendo dibujar la relación amistosa llena de gracias entre dos personajes tan distintos que, sin embargo, la suerte ha hecho encontrar.

3 Ya que los datos estadistícos, los ensayos, el relato de los hechos históricos nos aburren, queremos enfrentarnos con algo que podemos sentir más junto a nuestra experiencia diaria.
A través del encuentro y de la amistad con Abdul, tenemos la impresión de estar conociendo de verdad a la reina Victoria, no sólo por su papel istitucional, sino como ser humano – lo mismo que nosotros. Es eso que entrega.
La alegría y el sufrimiento, al confianza y la traición son elementos de dos siglos atrás que, claro, todavía experimentamos hoy en día.
No nos entra envidia por la vida real, sino compasión, como si fueramos nosotros mismos, los espectadores, acompañando la reina Victoria en un rato tan singular y delicado de su existencia.

4 El fascino del Oriente. No hay espacio para profundizar el tema de la pobreza o de los problemas sociales que afectaban la India, más destaca como el lugar del encanto: llena de colores, ropa llamativa, de una multitud de especias... Sí, se trata de reír de los estereotipos, subrayando el poco conocimiento del mundo indio por sus proprios colonizadores.
Además, el amigo y compañero de aventura de Abdul encarna el sentimiento mixto de odio e incomprensión de los que fueron sujetados, sin derecho, por el imperio británico.
Pero, lo que queda, es la creación imaginaria y, a veces más real, de una India que cuenta con unas arquitecturas impresionantes, cultura y sabiduría milenarias.

5 La amistad y el tema de la otredad. El encuentro y la amistad que se desarrolla entre la reina y Abdul se ven marcados por una diferencia de clase social, edad, cultura y formación, religión, lugar de procedencia ¡ y cuánto más!
A pesar de todo eso, los dos personajes se entienden, se ayudan y se dan aporte, cada uno logrando, de esa manera, encontrar una ventaja, aliviando las adversidades que la vida pone en su camino – aunque sean de distintas formas, dependiendo del entorno social.
La reína Victoria, representante de una larga monarquía y de la cultura política conservadora, actúa como una mujer moderna que toma sus proprias decisiones superando las convenciones.
Tiene curiosidad por aquel mundo tan diferente del suyo desde el cual procede Abdul – este joven tan encantador por belleza y valores, por eso quiere aprender con compromiso y de buenas ganas lo desconocido, sin miedo o prejudicios. Así nos deja un mensaje para enfrentarnos con nuestro nuevo mundo globalizado.

Aconsejo ver esta película aunque sea en inglés u otro idioma porque de cada manera se plantea como un recurso interesante para la conversación en las clases de lenguas o de ciencias sociales.

Commenti

Post popolari in questo blog

53. Discurso de Antonio Banderas

69. El vendedor de humo

Un recorrido por una ciudad